domingo, 30 de septiembre de 2012


Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica

Ingrid Mendoza Montiel

En la sociedad que vivimos, la actividad de la lectura puede considerarse  ya seas desde los más elementales hasta los más complejos. La idea es saber leer como posesión de un instrumento aprendido o conquistado.
     Considerar la lectura como una actividad que requiere de una teoría para entender sus alcances y el papel específico que ésta desempeña.

LO MECÁNICO, LO INTERTE
Teniendo una visión desde el punto  cuantitasociológica, podríamos llamar a la lectura como lo “mecánico” o “inerte”. Se podría decir que es la lectura de palabras o signos, apropiándose de su significado como algo en sí, sin que dicho significado sea trascendente en ningún sentido. Ejemplos: lectura de avisos, de precios, marcas etc.
    Ésta se distingue por que se inicia y se concluye casi en el mismo acto y momento, la lectura tiene un comienzo, un desarrollo y un fin. Podemos mencionar a la interpretación, que ésta la obtendrá, en la medida en que a partir de cada uno de los actos, logremos una distribución  desde aproximada a indispensable.

ULTRAESPECIALIZCIÓN: LECTURAS SEMIOLÓGICAS

 Por otro lado, existen lecturas que en su contenido son más prolongadas, a éstas se les denomina “especializadas” o “ ultraespecializadas”, con éstas lecturas una sociedad organiza su y articula su estructura como un aparato que funciona , se desplaza, transcurre y necesita afirmar constantemente certezas que obtiene y trata de obtener. Algunos ejemplos de éstas lecturas pueden ser: planos de arquitectura, de ingeniería, física, análisis de laboratorio, etc.

  Las lecturas ultra especializadas se basará en por qué y de qué modo sostienen la vida social. Éstas lecturas se distinguen por dos puntos: la primera requiere de un aprendizaje especial (lengua natural) ósea lenguajes constituidos. La segunda es de una lectura inerte o mecánica: no requiere de ninguna especificación, su objeto es casi inintencionada.

   Por otro lado, las lecturas semiológicas, permiten la toma de una decisión en casi todos los casos, un ejemplo puede ser el leer un informe meteorológico, ya que éste implica permitir o no la navegación, suspender un vuelo o no hacerlo. Éstas decisiones se toman en base a  pensamiento negativos o positivos de la situación, éstas deben ser tomadas en constantemente, al mismos tiempo o en forma complementaria.
    Se puede decir que éstas lecturas constituyen una animada red que las sostiene, en su sentido y marcha.

GENERALIDADES DE OBJETOS: LECTURAS SEMIÓTICAS.

Las lecturas generales, se llevan a cabo, para guardar un paralelismo de razonamiento sobre objetos que tienen también un carácter general, que se sitúan más allá de las especificaciones semiológicas, se estructura sobre la lengua natural. Éstas puede suelen ser predominantemente concentrados de información.
    Las lecturas están constituidas por  un objeto en general, ósea por más de un código   ó sistema de signos.

    El proceso de interacción o entramado de los diversos códigos que configuran su objeto, fundamento y base, además del proceso de producción de significación que resulta de tales interacciones, es todo la información que le importa a la semiótica.

   Actúan también con un mecanismo interpretativo. La interpretación debe empezar por entender un proceso de interacción de los múltiples códigos o planos. Ésta interacción es la condición básica para que tenga lugar un proceso de producción ó significación.

REDUCCIONISMO SEMIOLÓGICO
Estos textos, principalmente se caracterizan por reducir su textualidad, fundada en una pluralidad de códigos. Se les puede denominar la lectura más corriente o bien literal, ya que olvida la letra o no la percibe.
   Estos textos reducidos, tienden  a que, a medida que en que se aleja de la complejidad, ésta asegura, confirma, parece dar algo a lo que por naturaleza exige otra cosa más activa. Estas explicaciones se van dando mediante lo simbólico durante el acto de la lectura.






   

Itzumi Kaori Velázquez

Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica

Saber leer como posesión de un instrumento aprendido o conquistado, considerar la lectura una actividad que requiere de teoría. Teoría de la lectura como una construcción cuyo objeto de conocimiento es una actividad respecto de la cual se debe establecer rasgos, estructura, identidades, diferencias etcétera.

Lo mecánico, lo inerte

Tomamos en cuenta la información que nos viene de una mirada sociológica, una lectura que se lleva a cabo más allá de una voluntad que se atraviesa ante la mirada y que la mirada recoge sin que ese significado sea trascendente en ningún sentido.

     A causa de su instantaneidad su funcionamiento tendría relación más con la psicología que con otras disciplinas que no podrían ver en sus elementos casi nada  para adoptar a una teoría global de la lectura.

     Tal teoría se enfrenta con problemas de mayor complejidad y que por eso mismo la justifican. Requiere de mucha elaboración en la cual la interpretación va más allá de distribución en el tiempo y en el espacio,  va hasta un lugar en el que la cultura de una comunidad se concreta y toma conciencia de las significaciones en las cuales vive.

Ultraespecialización: lecturas semiológicas

Son lecturas menos abundantes  que las inertes, su prolongación  son las que denominaremos especializadas o ultraespecializadas. Cuando leer es hacer  afirmando que tales lecturas y con ellas una sociedad organiza y articula su estructura entendida como aparato.

          Comparten en un aspecto la situación de las lecturas mecánicas o inertes: su necesariedad; conviene precisar que se diferencian en dos puntos. En primer lugar las lecturas ultraespecializadas para poder llevarse a cabo, de un aprendizaje especial y a veces muy parcialmente es la lengua natural. En segundo lugar ligada a mecanismos semiconscientes o inconscientes de elaboración en la lectura inerte adquiriendo macha fuerza aunque vaya en una sola dirección  o persiga un objeto unívoco que nos permitirá proseguir en su caracterización.

     El tipo de interpretación que suscitan no se traduce en un plurisemantismo si no que posee una marcada univocidad que tiende a bloquear toda posible fuga semántica.

     Primera consecuencia de estos rasgos: el conocimiento del sistema, o código descansa en un aprendizaje que quizás es de más cosas de las que encierra la idea del código, el conocimiento logrado por el aprendizaje no produce de por sí: es menester que se ponga  en movimiento como tal, debe su fuerza a una cierta intuición dándonos dos clases de resultados: interpretación utilizable, inmediata o mediatamente; o inutilizable, absoluta o relativamente.

     Por la relación que tienen estas lecturas con un código y en función del carácter unívoco de la interpretación podríamos llamarlas, lecturas semiológicas tal designación es muy precisa en virtud de que se trata de códigos y sistema de signos cuya existencia y definición han dado lugar a lo que conocemos como lingüística saussureana como semiología, los resultados de estas lecturas permiten la toma de decisión. Organizan el funcionamiento del aparato social funciona con base en decisiones positivas o negativas y en forma complementaria produce la articulación social; se puede decir que el conjunto de lecturas semiológicas constituyen una animada red que sostiene, en su sentido y en su marcha.

     Pero esta lectura como otras se lleva a cabo sobre un sujeto pueden ser diversas desde poseer mucha materia verbal hasta no tener ninguna; llamaremos a esto texto a este objeto. La posibilidad de realizar una lectura sobre esa materia, así sea para una interpretación unívoca, implica textualizarlo (sacarlo de un estatismo conferirle otra dimensión).

     En conclusión de orden general, aunque provenga de una reflexión sobre las lecturas semiológicas, podría decirse que la lectura y la condición de la legibilidad convierten los objetos, haciéndolos circular y actuar en el espacio social.

Generalidades de objetos: lecturas semióticas

Podemos designar contradictoriamente porque son menos frecuentes y poseen un mayor grado de complejidad, como lecturas generales para guardar un paralelismo de razonamiento, sobre objetos que tienen también un carácter general se estructuras sobre la lengua  natural a partir de la acción de numerosas virtualidades y en la confluencia de todas sus funciones.

     Tiene como rasgo esencial estar constituido a partir de un solo código o sistema, por objeto general y a una lectura también.

     Esta expresión es entendida como análogo de plano de organización diferenciado dentro de un sistema de signos como los lingüísticos o visuales. La lectura general se inicia con la lectura mecánica e inerte.

     Esta lectura es ante todo, del proceso de interacción o entramado de los diversos códigos que configuran su objeto. Como otras lecturas actúan en éstas un mecanismo interpretativo, inherente a toda lectura, sólo que, en este caso, la interpretación no podría ser más que plurívoca, en virtud de un deseo de obtener garantías semánticas.

     La interpretación consiste de operaciones que deben considerar no sólo lo propio de los códigos que se hacen presentes e un objeto, sino también la forma que toma su interacción y el resultado de la misma.

 

          

Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica


Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica

Valeria Ramírez Hidalgo

Existen muchos modos de considerar la presencia de la actividad de la lectura; saber leer como posesión de un instrumento aprendido y considerarla como una actividad que requiere de una teoría para entender sus alcances y el papel específico que desempeña. En ésta, la teoría de la lectura, se debe establecer rasgos, estructura, identidad, diferencias, etc.

Lo mecánico, lo inerte
     La lectura que más se da en una sociedad es la que podríamos  llamar “mecánica o inerte”, pues se lleva a cabo más allá de una voluntad. Es lectura de palabras o signos que atraviesan la mirada, apropiándose de su significado sin que éste sea trascendente (lectura de avisos, de indicaciones, de precios, de marcas), basta con saber leer para realizarla, es parte de la estructura social.
   Por lo tanto este tipo de lectura es fácil de entender y leer, pues estamos acostumbrados a ésta día con día. En esta lectura predomina la concentración en la información.

Ultraespecialización: lecturas semiológicas
   Estas lecturas especializadas o ultraespecializadas se basan en afirmar certezas depositadas en su sentido y en los resultados que, obtiene y trata de obtener. Este tipo de lectura se puede ver en planos de arquitectura, de biología, los análisis de laboratorios, informes meteorológicos, tableros electrónicos, índices económicos etc. Las lecturas ultraespecializadas constituyen un desarrollo de las mecánicas, pues sostienen la vida social; por ejemplo cuando tenemos los resultados de un análisis, nosotros podemos entender ciertos términos, mas no todos, pero contamos con  “especialistas para los análisis de laboratorio” que nos facilitarán el entendimiento de nuestro resultado.  
    Este tipo de lectura maneja un lenguaje muy técnico, por lo tanto requieren de un aprendizaje especial. La mecánica, sin embargo, maneja un lenguaje natural (más sencillo). La lectura ultraespecializada es el lenguaje en una materia dirigida a una finalidad y puede llegar a entenderse si comprendemos el por qué.
    Por la relación que tienen estas lecturas con un código y carácter univoco podríamos llamarlas “lecturas semiológicas” porque son muy precisas, pues se basa en sólo una materia u objeto de estudio; no es tan general en contenido como la lectura mecánica.
     Los resultados que se obtienen en una de estas lecturas no son aprovechables por otras lecturas del mismo tipo ni tampoco por unas de tipo diferente. Constituye una limitación de las lecturas semiológicas pues es tan específica que sólo permite tratar al objeto de estudio y no a más materias, ya sean pertenecientes al mismo tema o a uno diferente.

Generalidades de objetos: lecturas semióticas
    Este tipo de lectura posee un mayor grado de complejidad. Como lecturas generales, se llevan a cabo sobre objetos que tienen también un carácter general, es decir, que se sitúan más allá de las especificaciones semiológicas. Su constitución debe operar sobre una pluralidad (diversos) y multiplicidad de códigos, pues se justifica porque esa lectura es proceso de interacción de los diversos códigos que configuran su objeto, fundamento y base de significación que resulta de tales interacciones. El concepto de lectura semiótica, sería su culminación cualitativa, esto es, una caracterización que permite diferenciar y clasificar.

Reducción semiológica
     Estos tipos de lectura existen cierta permutabilidad, por ejemplo en los objetos que deberían ser leídos semióticamente lo son en la práctica semiológica, es decir, se reduce su textualidad a un solo código. No se percibe la idea principal o esencial, no se alcanza una significación, sólo se entiende lo literal de la palabra, del código. Por lo tanto es una lectura superficial, pues no se llega a la significación del texto. La reducción aleja la complejidad, asegura y parece dar algo a lo que por naturaleza exige otra cosa.

LECTURA INERTE, LECTURA SEMIÓLOGICA Y LECTURA SEMIÓTICA



LECTURA INERTE, LECTURA MEMIÓLOGICA Y LECTURA SEMIÓTICA


                                                                                                                  Autor: Noé Jitrik



La lectura se considera como una actividad, que requiere de una teoría para entender sus alcances y el papel específico que desempeña. La cuál a veces resulta compleja y suele apoyarse en otras disciplinas tales como, la pedagogía, la psicología, la sociología  y hasta  la semiótica y la teoría del discurso pasando por la linguística.

     A todo esto le llamaremos "teoría de la lectura", ya que cuyo objeto de conocimiento es una actividad, de la cuál se debén establecer rasgos, estructura, identidades, diferencias, etcétera.


La lectura se clasifica en, lectura inerte,lectura semiológica y lectura semiótica.

     La lectura que más comunmente utilzamos en sociedad, la llamaremos "mecánica o inerte", ya que la podríamos consiserar como, la lectura de palabras o signos que atraviesán ante nuestra mirada y esta misma las recoge adquiriendo un significado común, por ejemplo la lectura de avisos, de precios, de marcas, etcétera.

La lectura que menos comunmente utilizamos, la llamaremos lectura "especializadas" o "ultra especilizadas" (semiológica). Esta lectura se entiende como un sistema o aparato, que necesita afirmar constantemente las certezas que depositan en un sentido y en los resultados que obtiene y trata de obtener.
Por ejemplo esta lectura la podemos relacionar con la interpretación de, planos de arquitectura, de ingeniería,análisis de laboratorio, etcétera.

La lectura semiótica, posee un gran mayor grado de complejidad  como lectura general, esta debe mantener un paralelismo de razonamiento, sobre objetos que tienen  tambien un carácter general.
Esta lectura opera sobre una pluralidad y multiplicidad de codigos o sistemas, que interactuan entre ellos, por lo tanto su interprtetación se realiza de diversas formas.





Gabriela Morales González.



    

sábado, 29 de septiembre de 2012


                  Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica.

La lectura es de gran importancia en una sociedad, debido a que cada tipo de lectura tiene una repercusión en esta.
Empezaremos a hablar de la lectura mecánica o inerte esta lectura es muy importante en la sociedad, además de ser fácil, es la lectura que nos permite comprender nuestro entorno, debido a que solo nos sirve para poder interpretar lo que está en nuestro alrededor, por ejemplo, indicaciones genéricas u otro tipo de señalizaciones. Estas lecturas no aportan nada en el ámbito teórico, es por esto, que se encuentra fuertemente relacionada con la psicología. Aunque este tipo de lectura es la más usada no es la única, existen otros tipos de estas que son mucho más complejas.
Los otros tipos de lecturas son más complejas o especializadas, no solo sirven para interpretar algo sino también  son para obtener algo, a éstas se les conoce como lecturas semiológicas o ultra especializadas.
Los textos semiológicos son muy importantes en la sociedad, tanto que, sin estos la sociedad no podría coexistir. Al realizar una comparación entre las lecturas mecánicas o inertes y las ultra especializadas  en principio comparten su necesidad  pero, lo que las hace diferentes, es que las ultra especializadas son específicas y con un lenguaje en particular, es por esto, que su interpretación necesita de un lenguaje especifico, no tiene distintos significados, aunque así se crea se dirige a una sola finalidad.
Al saber interpretar un texto de este tipo, éste puede ser utilizable o inutilizable, según la importancia del mismo en la sociedad, al conocer esto se puede saber si es de nuestra ayuda, a partir de ésta lectura se pueden tomar decisiones.
Estas lecturas son autónomas, es decir, no se pueden relacionar con otras del mismo tipo. Estos textos se llevan a cabo sobre un objeto, este es legible, y por lo tanto nos da la posibilidad de tomar una decisión. Aunque estas lecturas tengan una legibilidad difícil, siempre dan algo a entender.
Las lecturas semióticas  tienen un alto grado de complejidad, son generales y se utilizan en la lengua natural, este tipo de lectura consiste en solo un código general, y son el resultado de los lenguajes simbolizantes.
La lectura semiótica se define como la interacción entre los códigos que la componen para determinarla, la interpretación de esta, es plurívoca, pero a fin de cuentas, termina siendo unívoca. Esta lectura es objetiva e indicativa, y su aprendizaje radica en la voluntad o en la búsqueda de un efecto, es por esto, que nos da la capacidad de tomar una decisión. La lectura semiótica es la aproximación a un objeto para asegurar la textualidad del mismo.
Existe mucha confusión al leer textos semióticos y semiológicos, ya que se puede leer un texto semiológico como uno semiótico y viceversa, esto se fundamenta, quien lee e interpreta el texto lo puede tomar ya sea semiótica o semiológicamente.
Una lectura puede ser semiotizada aunque se presente de una forma natural y espontánea, y una lectura semiológica puede permitir un alto grado de semiotización. 

Beatriz Landeros Hernández

lunes, 24 de septiembre de 2012


NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRÍA

Contreras León María Alejandra

Normalidad viene de norma. Norma es una palabra que según sus orígenes latinos significa escuadra, sin embargo, en sentido geométrico la palabra es usada como regla. Si vemos su significado griego quiere decir escala o medida, está representa la relación entre el hombre y la naturaleza en cuanto a una medida.
Conforme el hombre se relaciona con la naturaleza, éste adquiere conocimientos en cuanto lo que es normal. Gracias a estas concepciones del hombre tenemos: la ética aristotélica, la idea de organismo surgida en la Medicina a partir del siglo XVII, la antropología kantiana y descripción del ser del hombre en la obra de Heidegger (1963).
La palabra normal no tiene un significado concreto ya que lo que para ti es normal para mi puede no serlo y viceversa, he aquí cuando entra el conflicto de qué es “normal” y qué no lo es. El hombre adquiere su conocimiento sobre lo que es normal y normativo a través de su trato con el mundo de la naturaleza, pero ocurre que él también es naturaleza y tiene que ser capaz de encontrar en sí mismo las medidas o normas a priori. La anomalía o anormal son un exceso de lo normal.
En cambio, el estado patológico está constituido por “la exageración, la desproporción y la disarmonía de los fenómenos normales”. Salud es “la vida en el silencio de los órganos”, mientras que la enfermedad “es aquello que molesta a los hombres en el normal ejercicio de su vida y en sus ocupaciones, y sobre todo, aquello que los hace sufrir”
Toda enfermedad tiene una función normal respecto de la cual sólo es una expresión perturbada, exagerada, aminorada o anulada. Si actualmente no podemos explicar todos los fenómenos es porque la fisiología no se encuentra todavía suficientemente adelantada y porque aún existe una multitud de funciones normales que nos son desconocidas
Las enfermedades consistirían “en el exceso o defecto de la excitación de los diversos tejidos por encima o por debajo del grado que constituye el estado normal”
Karl Jaspers incorporó un elemento en Medicina llamado el papel que le corresponde a “lo que se piensa” en un momento histórico determinado. El medico nunca se ha puesto a pensar que significa estar “sano” o “enfermo”. El ‘estar enfermo’ depende menos del juicio de los médicos que del de los pacientes. Agrega: “En las enfermedades somáticas lo que se desea es vida, larga vida, capacidad reproductiva, capacidad de rendimiento físico, fuerza, resistencia a la fatiga ausencia de dolor (…)”. Al médico le interesa diagnosticar y curar.
Jaspers tiene ideas interesantes ya que nos recuerda que la medicina es una práctica para aliviar al enfermo y hace coincidir las ideas de enfermedad.
Para que pueda entenderse la diferencia entre los dos tipos de anormalidades, haremos un paréntesis, en la Medicina en general y en la psiquiatría en particular, porque es en esta parte del acto médico donde más claramente se muestra la necesidad de aunar la actitud teórica y la actitud práctica en Medicina, aquella que se pregunta por lo que significa el “estar enfermo” y la que se limita a curar al enfermo. Diagnosticar significa afirmar la existencia de una enfermedad determinada y está íntimamente ligado a un conocimiento previo de aquello que se diagnostica. Pero lo que el médico constata no es la enfermedad misma sino los síntomas.
La psiquiatría clásica y la actual psiquiatría moderna también han querido aplicar el mismo proceso diagnóstico a las  perturbaciones psiquiátricas. Pero para que esto se valido es necesario que el síntoma esté tomado en su “sentido causal”, es decir, que entre el síntoma y el proceso psico- o neuro-fisiopatológico exista una conexión causal clara.
En psiquiatría el trastorno de personalidad el más discutido. La razón es que este tipo de trastornos cumplen aún menos que las psicosis endógenas con los requisitos del proceso diagnóstico en Medicina. El problema se hace extremo es en el caso de las transiciones hacia la normalidad.

Fuente: NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRÍA 
DR. OTTo DÖRR ZEGERS

LA NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRIA

     

 por selene rojano cortes:

LA normalidad es una norma con sentido de la originalidad proviene del latin angulo recto en sentido geométrico la norma esta vincula con que el sujeto o el paciente deba saber leer ,sea capaz de medir y apreciar . el hombre adquiere conocimiento atraves de lo que percibe y determinar si es normal o normativo  aprende atraves de  normas y prioridades el hombre determina formas alas que les llaman problemas.

Estudia relación entre procesos orgánicos y conducta , el hombre adquiere conocimiento atraves de lo que es normal a su trato con la naturaleza para que pueda sera capaz de medir las normas y prioridades mientras “anormalidad” implica, como veíamos, la referencia a un valor. Para las divisiones de  variedades en las anomalías pueden llegar a convertirse en moustrosidades.

Unos hablan que la anomalía provenía de que a aparir de que la persona se sentía mal ya era diagnosticada como anomalía fuera de... lo normal
 mientras “anormalidad” implica, como veíamos, la referencia a un valor un hombre sólo podía enfermar psíquica mente
si su cerebro estaba alterado de alguna manera 
El psicoanálisis y en general  es todas las llamadas psicologías profundas prescinden del postulado de la enfermedad orgánica basal, desviando la causalidad hacia lo psíquico.en lugar de enfermedades se habla aquí de conexiones dinámicas, de regiones o instancias de lo psíquico sometidas a principios energéticos reguladores en este juego dinámico  la esquizofrenia ya es diagnosticada en caso muy severos ellos se 
diagnosticarían como “desorden de ansiedad generalizada” o de francos cuadros depresivos. Y sin embargo, cuesta sindicarlos como “psicópatas” o “neuróticos”, puesto que otras personas presentaban trastornos en la personalidad  ya lo ultimo fue diagnosticado como neurosis  

domingo, 23 de septiembre de 2012

NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRÍA



NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRÍA
Dr. Otto Doegers

Normalidad. Etiologicamente significa dar cumplimiento a una norma. Se clasifican en norma ideal, norma descriptiva o estadistica o modal.

Norma ideal. Se considera todo aquello que cumple con uin cierto modelo que el hombre valora y supone que debe tratar de entender. Seria un estado convencional de perfección que no siempre es posible lograr.

Norma descriptiva. Aquella norma que precede a la identificacion de un procedimiento "es el estado adecuado de un individuo en relación a sus fines y a su actividad". Esta norma enjuicia el comportamiento en base a las caracteristicas y los objetivos de un individuo y la considera normal cuadno es adecuado y eficiente.


NORMALIDAD
    Normal es aquello que se observa mas amenudo identificandose lo normal con la mayor frecuencia. Establece como normal al hombre promedio aquel que por sus caracteristicas se aproxima a la media aritmética de las características del grupo a que pertenece. Generalmente se considera normal al individuo que respeta un cierto orden.

NORMALIDAD COMO SALUD
     Un comportamiento está dentro de lo límites normales cuando no se observa psicopatología (ausencia de signos y síntomas).

ANORMALIDAD
     La conducta anormal es aquella que viola las normas sociales y constituye una amenaza o produce ansiedad en quienes la observan. Se considera que algo es anormal porque sucede de manera poco frecuente.

     La normalidad y la normalidad absolutas en psiquitaría son utopías clínica. La normalidad y anormalidad reales dependen mas bien, del balance resultante mas o menos de la interacción positivo o negativo de la interacción entre las partes sanas y enfermas del sujeto.

     Que la salud mental es un estado relativo significa que las personas con diagnostico de trastorno mental pasen periodos de tiempo en los que hay una relativa ausencia de síntomas.



Gabriela Morales González

Normalidad y anormalidad en psiquiatría
Itzumi Kaori Velázquez Munguía
Introducción
Normalidad viene de norma, palabra latina norma es escuadra. Si nos remontamos a su equivalente en griego, gnomon para decir medida, escala o regla graduada, pero que su sentido original; puntero de reloj de sol.
     La norma de la naturaleza en su movimiento perfecto, pero ella debe ser leída por el hombre, pero no por cualquiera, sino por un “conocedor”, alguien que sabe leer el tiempo y es capaz de medir y apreciar su perfecta regularidad.
     ¿El hombre cómo adquiere conocimiento normal y normativo? A través de su trato con el mundo de la naturaleza, pero ocurre que él también es naturaleza y tiene que ser capaz de encontrar en sí mismo las normas
     En anatomía lo anómalo significa lo insólito, lo desacostumbrado, aquello que se aleja, por su organización, de la gran mayoría de los seres con los cuales debe ser comparado y en psiquiatría tiene muy poco uso, aun cuando podría aplicarse a formas extremas de trastornos de personalidad.
Anormalidad y concepto de enfermedad a lo largo de la historia
Una de las formas más antiguas era el considerar a todo enfermo como un hombre al cual se le ha agregado o quitado un ser, La enfermedad entra y sale del hombre, como los parásitos o los maleficios.
     La concepción de los griegos dinámica para ellos la naturaleza, la physis, era armonía y equilibrio y el enfermar era la pérdida de esa armonía. La enfermedad era la totalidad en la que el ser había perdido su orden interno, su norma también podía resultar del esfuerzo de un organismo por mejorarse en el sentido más profundo, en el de lograr un nuevo nivel de salud en ese estado de sensatez y sabiduría al que aspiraba todo griego.
     Las representaciones que los médicos han tenido sobre la enfermedad dos visiones contrapuestas: la enfermedad como algo que falta o que se agrega a un organismo (concepción ontológica) y la enfermedad como pérdida de la armonía del todo (concepción dinámica o funcional), ambas tienen en común el considerar a la enfermedad como una lucha, ya sea entre el organismo y un agente externo o entre fuerzas internas contrapuestas.
Normalidad y anormalidad: lo común y lo diferente
El gran fisiólogo Claude Bernard (1877) para él toda enfermedad tiene una función normal respecto de la cual sólo es una expresión perturbada, exagerada, aminorada o anulada.
     Un concepto diferente de las relaciones entre normalidad y anormalidad es la que plantea Leriche (1936) toma en cuenta ante todo la subjetividad de la persona enferma y entonces la salud es la vida en el silencio de los órganos, mientras que la  enfermedad “es aquello que molesta a los hombres en el normal ejercicio de su vida y en sus ocupaciones, y sobre todo, aquello que los hace sufrir. Esto significa que la enfermedad es algo negativo, pero no por la falta o exceso de algo, sino por la molestia que implica.
La dimensión social de la anormalidad
Karl Jaspers (1959) en su psicopatología general afirma: El médico es quien menos se rompe la cabeza pensando en lo que significa ‘sano’ o ‘enfermo’. Él tiene que ocuparse y en forma científica de los procesos vitales y de las enfermedades; pero realmente el ‘estar enfermo’ depende menos del juicio de los médicos que del de los pacientes en un ámbito cultural particular. Leriche, dice  que la enfermedad  hay que definirla desde la subjetividad del enfermo.
El problema del diagnóstico de una anormalidad
Diagnosticar significa afirmar la existencia de una enfermedad determinada y está, por ende, íntimamente ligado a un conocimiento previo de aquello que se diagnostica.
     El médico constata empíricamente no es la enfermedad misma, que en cierto modo no se “ve”, sino los síntomas, sus manifestaciones si consideramos al síntoma en su acepción más general como “manifestación”, como algo que aparece, en contraposición a la enfermedad, que nunca se muestra en su totalidad
     El psiquiatra constata síntomas como delirios, alucinaciones o rasgos de personalidad e infiere la existencia de un proceso morboso hipotético (en el caso de las psicosis endógenas) o de una determinada disposición (en el caso de los trastornos de personalidad.
La anormalidad en las psicosis endógenas
Al proceso de establecer el límite entre lo normal y lo anormal en el campo de los cuadros endógenos, los psiquiatras debemos enfrentar a diario el problema de determinar si alguien está o no “psicótico”, vale decir, si es psíquicamente anormal o no.
     Los aportes más fundamentales a esta cuestión no fue un psiquiatra, sino un filósofo Immanuel Kant describió a fines del Siglo XVIII tres tipos de locura con los nombres de demencia, insania y vesania, lo que hoy conocemos como esquizofrenia y en su intento de determinar sus rasgos esenciales y comunes, dice textualmente: La única característica general de la locura es la pérdida del sentido común.
     Clara diferenciación entre lo que hoy llamamos psicosis exógenas y endógenas, obedeciendo cada una de ellas a la ruptura de normas diferentes. Las primeras consistirían en desviaciones con respecto a estructuras y serían la condición de posibilidad del percibir, de la conciencia y secundariamente de las cogniciones y de la memoria: vale decir, en ellas estaría alterada la relación cuerpo-alma o psique. En cambio, en las psicosis endógenas la norma perdida sería aquella vinculada a la relación psique-mundo, expresada en la pérdida del sentido común.
La anormalidad en los trastornos de personalidad
Trastorno de personalidad la más discutida  la razón es muy simple: este tipo de trastornos cumplen aún menos que las psicosis endógenas con los requisitos del proceso diagnóstico en Medicina.
     Para Kurt Schneider (1959) las personalidades psicopáticas eran meras desviaciones con respecto a una supuesta personalidad normal promedio y sólo se transformaban en pacientes si empezaban a sufrir o a hacer sufrir a los demás con su modo de ser. En todo caso, es en el campo de los trastornos de personalidad donde el criterio estadístico o del promedio es menos aplicable.
Anormalidad y genialidad
El análisis patográfico de personalidades extraordinarias muestra cómo la enfermedad no sólo no interrumpió ni destruyó sus vidas, sino cómo ellos pudieron crear a pesar de la enfermedad y más allá de eso, cómo a través de ella lograron mostrar los abismos y profundidades de la condición humana. Los genios se salen por cierto de la norma promedio desde muchos puntos de vista, empezando por su capacidad intelectual y su creatividad
 
 




Ingrid Mendoza Montiel

NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN PSIQUIATRIA

Dr. Otto Döegers

Para comenzar, podemos definir normalidad como escuadra, que en latín quiere decir norma. En la antigüedad, los Helenos usaban normalidad para referirse a medida.
     Un psicólogo llamado Tellebanch decía que: “representa el encuentro del hombre y la naturaleza en torno a una medida” (…) él explica que el hombre adquiere sus conocimientos, mediante la naturaleza,  aunque el hombre también forma parte de ella, debe de comenzar por conocerse a profundidad.
     A lo largo de la historia, se han podido determinar los grados de desviaciones de algunas enfermedades. Un psicólogo llamado Ludwing, hablaba de  la esquizofrenia como una enfermedad mental.
      Existen conceptos  que con frecuencia, se utilizan como sinónimos por ejemplo: anomalía, etimológicamente significa desigualdad, entonces an-omalos es lo desigual, irregular.
       Otro psicólogo cuyo nombre es: Canguilhem, decía que la anomalía es un hecho biológico y que la ciencia tiene que explicarlo más no apreciarlo.
        Por otro lado, como es en la anatomía, quiere decir lo insólito. En cambios en la psiquiatría, son: las formas extrañas de los trastornos de personalidad. Las anomalías se pueden clasificar en: variedades, vicios de confirmación, heterotaxias y monstruosidades.

ANORMALIDAD Y CONCEPTO DE ENFERMEDADES A LO LARGO DE LA HISTORIA.
  Antiguamente, la enfermedad se consideraba como: a todo enfermo como un hombre al cual se le ha agregado o se le ha quitado un ser.
    La patogénesis, se cuestionaba la idea de la enfermedad. Pero para los griegos la enfermedad no se encontraba en ninguna específica, si no que se había perdido el orden interno, es decir su norma.
    El médico, se encargaba de prescribir la dieta adecuada para el enfermo. Siguiendo así una dieta adecuada, se pensaba que las almas adquirían inteligencia y agudeza superiores a las que tenían por naturaleza.
     Las representaciones que los médicos han tenido sobre las enfermedades, ellos las dividieron  en dos: enfermedad como algo que falta o se agrega un organismo (concepción ontológica) y la enfermedad como pérdida de la armonía del todo (concepción dinámica o funcional).

NORMALIDAD Y ANORMALIDAD: LO COMÚN Y LO DIFERENTE

   Existe una identidad entre los fenómenos patológicos y fisiológicos, ósea que las enfermedades consisten, en el exceso o defecto de la excitación de los diversos tejidos por encima o por debajo del grado que constituye el grado norma.
    Broussais, estableció que los fenómenos de la enfermedad, coinciden esencialmente con los de la salud.
    Claude Bernard, el decía que toda enfermedad tiene una función norma, respecto de la cual sólo es una expresión perturbada, exagerada, aminorada o anulada. Bernard explicaba que existían  dos tipos de alteraciones de la fisiología: cuantitativa y cualitativa.
    Se puede decir que el estado patológico es, el desorden de un mecanismo normal que consiste en una variación cuantitativa, en una exageración o atenuación de los fenómenos normales.
     Podemos concluir que existen enfermedades que son silenciosas, es decir asintomáticas. Cómo decía Leriche “la enfermedad del hombre no es la enfermedad anatómica del médico”.
     Los estudios sobre enfermedades siguen avanzando así como siguen apareciendo nuevas enfermedades, que en la antigüedad sólo estaba consideradas como enfermedades pasajeras.






Normalidad y anormalidad de la psiquiatría
                                                             Lisset Karina Ocampo Hacha
 
Normalidad y anormalidad de la psiquiatría
     Existen diferentes significados de la palabra normalidad, una  de ellas es: normalidad significa escuadra, que se explica como la medida adecuada. Para los griegos el significado de normalidad era el puntero del reloj del sol. La definición de Tellenbach es para mí más acertada pues dice que representa el encuentro del hombre y la naturaleza en torno a una medida, en otras palabras el hombre conoce lo que es normal y normativo através de su trato con el mundo de la naturaleza y también tiene que encontrar en si mismo sus medidas y sus normas. Ludwin Bienswager planteo problemas de la anormalidad como lo que la esquizofrenia.
     La anomalía y la anormalidad tienen diferente significado, ya que la anomalía es un término descriptivo que designa un hecho, mientras que la anormalidad implica a como veíamos, la referencia a un valor.
Anormalidad y conceptos de enfermedad a lo largo de la historia.
     La definición de enfermedad en la medicina dice que una de las formas más antiguas de concebir la enfermedad era considerar a todo enfermo como un hombre al cual se le ha agregado o quitado un ser. La enfermedad sale y entra del hombre como los parásitos más tarde vino a confirmar esta concepción “ontológica” uno de sus derivados más típicos el “localizacionismo”. Los griegos tuvieron una concepción contraria a la ontológica, si no dinámica no “localizacionista” si no globalizante, para ellos physis era armonía y equilibrio y el enfermar era la perdida de armonía, al igual aclaraban que la enfermedad no solo era perdida de equilibrio, puede también resultar el esfuerzo de un órgano por mejorar.
     El médico debía aprovechar las tendencias auto curativas y aclaraban que siguiendo una dieta adecuada las almas adquirirían inteligencia y agudeza superior que tenían por naturaleza. Plutón decía que las dietas para los enfermos pretendían  establecer sin violencia con tino el orden de la divina naturaleza que al azar del enfermedad había alterado.
     La concepción ontológica y la concepción dinámica tienen en común el considerar a la enfermedad como la lucha ya sea entre el organismo y un agente externo o entre fuerzas internas contrapropuestas.
Normalidad y anormalidad: lo común y lo diferente.
     Según el concepto de Brussais que le sirve de base el concepto de Auguste Comte , Comte dice: que en el defecto de la extaciòn de los diversos tejidos por encima o por debajo del grado que constituye el estado normal, Brussais estableció que los fenómenos de la  enfermedad  coincidan esencialmente con las de la salud, de los que siempre difieren por la intensidad.
      Para el gran filosofo Claude Bernard toda enfermedad tiene una función normal, respecto de lo cual solo es una expresión perturbada, exagerada, aminorada o anulada. Si actualmente no podemos explicar todos los fenómenos es porque la fisiología aun no está lo suficiente avanzada. También se dice que la patología y la fisiología son uno mismo pero Broussar C.Bernard distingue las alteraciones cuantitativas y cualitativas de la fisiología.
     A veces el estado patológico está constituido por una variación cuantitativa o por la exageración, la des proposición  y de la desarmonía de los fenómenos normales. Leriche plantea “la vida en el silencio de los órganos” nos explica de las enfermedades silenciosas de  comienzo lento que no producen síntomas, pero el mismo Leriche dice “la enfermedad del hombre no es la enfermedad anatómica del médico esta es la diferencia  con la anátomopatólogo. Georges Canguilhem aclara que: “existe una medicina porque hay hombres que se sienten enfermos y no porque hay médicos que se enteren de sus enfermedades. Esta afirmación es más creíble para mí ya que si no existieran los enfermos la medicina no seguiría avanzando.
La dimensión social de la anormalidad
     Karl Jasper el afirma que el médico es quien menos se rompe la cabeza pensando en lo que significa sano o enfermo  el tiene que ocuparse en la forma científica y de los procesos vitales y de las enfermedades; pero lo que sea estar enfermo, depende menos  del juicio de los médicos  que de los pacientes. Al médico le interesa diagnosticar  y curar  aunque, aunque habitualmente tome prestada la norma de la fisiología; pero la norma no es nunca un promedio, si no siempre ideal, la imposibilidad de identificar la normalidad con el promedio, es el caso de las caries dentales esto le ocurre a todos los hombres y sin embargo no puede ser considerada como algo sano, porque la norma ideal es no tenerlas. Las ideas de Jasper son importantes, por que recuerdan que la medicina es una práctica orientada hacia el alivio del enfermo y convergente  las ideas de Broussar y Bernard y también de la afirmación de Leriche  que pretende por el contrario  que la enfermedad hay que definirla desde el concepto de subjetividad del enfermo, para ambos elementos son validos, pero siempre que no olvide el factor social.
El problema del diagnostico en una anormalidad
      Un concepto muy simple de lo que es diagnosticar es el siguiente: Diagnosticar significa afirmar la existencia de una enfermedad determinada y está íntimamente ligado a un conocimiento previo de aquello que se diagnostica. El médico ara el diagnostico por medio de  observar sus manifestaciones. En la psiquiatría clínica se querido hacer el mismo tipo de diagnostico, el psiquiatra consta los síntomas como delirio, alucinaciones y rasgos de la personalidad. El procedimiento diagnóstico se basa en dos presupuestos que no se cumplen en la mayoría de las perturbaciones psíquicas, con excepción de los cuadros
orgánico-cerebrales: que tanto la legalidad de la conexión funcional como la enfermedad en su contenido material tienen que ser previamente conocidos, al menos en parte.
La anormalidad en la psicosis endógena
      Existen tres tipos de locura que son: demencia, insania y vesania, todas las cuales corresponden a distintas formas de lo que hoy conocemos como esquizofrenia y en su intento de determinar sus rasgos esenciales y comunes, dice textualmente: “La única característica general de la locura es la pérdida del sentido común y la consiguiente arbitrariedad de su lógica” Si uno sigue rigurosamente la sistemática de Kant se encuentra también con una clara diferenciación entre lo que hoy llamamos psicosis exógenas y endógenas, obedeciendo cada una de ellas a la ruptura de normas diferentes.
La anormalidad  de los trastornos de la personalidad.
      Este tipo de trastornos cumplen aún menos que las psicosis endógenas con los requisitos del proceso diagnóstico en Medicina. Pero la mayor dificultad se encuentra a nivel de las transiciones y/o relaciones entre los trastornos de personalidad y otras categorías nosológicas de uso habitual. Una definición de que es personalidad es: “Ser normal es ser levemente oligofrénico”
 
Anormalidad y genialidad
     En cuestión de los genios podemos pensar que los genios se salen por cierto de la norma promedio desde muchos puntos de vista, empezando por su capacidad intelectual y su creatividad pero este tipo de genios a sufrido algún tipo de anormalidad y sin embargo no podemos clasificarlos como “psicópatas” o “neuróticos.