domingo, 30 de septiembre de 2012


Itzumi Kaori Velázquez

Lectura inerte, lectura semiológica y lectura semiótica

Saber leer como posesión de un instrumento aprendido o conquistado, considerar la lectura una actividad que requiere de teoría. Teoría de la lectura como una construcción cuyo objeto de conocimiento es una actividad respecto de la cual se debe establecer rasgos, estructura, identidades, diferencias etcétera.

Lo mecánico, lo inerte

Tomamos en cuenta la información que nos viene de una mirada sociológica, una lectura que se lleva a cabo más allá de una voluntad que se atraviesa ante la mirada y que la mirada recoge sin que ese significado sea trascendente en ningún sentido.

     A causa de su instantaneidad su funcionamiento tendría relación más con la psicología que con otras disciplinas que no podrían ver en sus elementos casi nada  para adoptar a una teoría global de la lectura.

     Tal teoría se enfrenta con problemas de mayor complejidad y que por eso mismo la justifican. Requiere de mucha elaboración en la cual la interpretación va más allá de distribución en el tiempo y en el espacio,  va hasta un lugar en el que la cultura de una comunidad se concreta y toma conciencia de las significaciones en las cuales vive.

Ultraespecialización: lecturas semiológicas

Son lecturas menos abundantes  que las inertes, su prolongación  son las que denominaremos especializadas o ultraespecializadas. Cuando leer es hacer  afirmando que tales lecturas y con ellas una sociedad organiza y articula su estructura entendida como aparato.

          Comparten en un aspecto la situación de las lecturas mecánicas o inertes: su necesariedad; conviene precisar que se diferencian en dos puntos. En primer lugar las lecturas ultraespecializadas para poder llevarse a cabo, de un aprendizaje especial y a veces muy parcialmente es la lengua natural. En segundo lugar ligada a mecanismos semiconscientes o inconscientes de elaboración en la lectura inerte adquiriendo macha fuerza aunque vaya en una sola dirección  o persiga un objeto unívoco que nos permitirá proseguir en su caracterización.

     El tipo de interpretación que suscitan no se traduce en un plurisemantismo si no que posee una marcada univocidad que tiende a bloquear toda posible fuga semántica.

     Primera consecuencia de estos rasgos: el conocimiento del sistema, o código descansa en un aprendizaje que quizás es de más cosas de las que encierra la idea del código, el conocimiento logrado por el aprendizaje no produce de por sí: es menester que se ponga  en movimiento como tal, debe su fuerza a una cierta intuición dándonos dos clases de resultados: interpretación utilizable, inmediata o mediatamente; o inutilizable, absoluta o relativamente.

     Por la relación que tienen estas lecturas con un código y en función del carácter unívoco de la interpretación podríamos llamarlas, lecturas semiológicas tal designación es muy precisa en virtud de que se trata de códigos y sistema de signos cuya existencia y definición han dado lugar a lo que conocemos como lingüística saussureana como semiología, los resultados de estas lecturas permiten la toma de decisión. Organizan el funcionamiento del aparato social funciona con base en decisiones positivas o negativas y en forma complementaria produce la articulación social; se puede decir que el conjunto de lecturas semiológicas constituyen una animada red que sostiene, en su sentido y en su marcha.

     Pero esta lectura como otras se lleva a cabo sobre un sujeto pueden ser diversas desde poseer mucha materia verbal hasta no tener ninguna; llamaremos a esto texto a este objeto. La posibilidad de realizar una lectura sobre esa materia, así sea para una interpretación unívoca, implica textualizarlo (sacarlo de un estatismo conferirle otra dimensión).

     En conclusión de orden general, aunque provenga de una reflexión sobre las lecturas semiológicas, podría decirse que la lectura y la condición de la legibilidad convierten los objetos, haciéndolos circular y actuar en el espacio social.

Generalidades de objetos: lecturas semióticas

Podemos designar contradictoriamente porque son menos frecuentes y poseen un mayor grado de complejidad, como lecturas generales para guardar un paralelismo de razonamiento, sobre objetos que tienen también un carácter general se estructuras sobre la lengua  natural a partir de la acción de numerosas virtualidades y en la confluencia de todas sus funciones.

     Tiene como rasgo esencial estar constituido a partir de un solo código o sistema, por objeto general y a una lectura también.

     Esta expresión es entendida como análogo de plano de organización diferenciado dentro de un sistema de signos como los lingüísticos o visuales. La lectura general se inicia con la lectura mecánica e inerte.

     Esta lectura es ante todo, del proceso de interacción o entramado de los diversos códigos que configuran su objeto. Como otras lecturas actúan en éstas un mecanismo interpretativo, inherente a toda lectura, sólo que, en este caso, la interpretación no podría ser más que plurívoca, en virtud de un deseo de obtener garantías semánticas.

     La interpretación consiste de operaciones que deben considerar no sólo lo propio de los códigos que se hacen presentes e un objeto, sino también la forma que toma su interacción y el resultado de la misma.

 

          

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