Itzumi
Kaori Velázquez
Lectura inerte, lectura semiológica y
lectura semiótica
Saber
leer como posesión de un instrumento aprendido o conquistado, considerar la
lectura una actividad que requiere de teoría. Teoría de la lectura como una construcción cuyo objeto de conocimiento es una actividad respecto de la cual se debe
establecer rasgos, estructura, identidades, diferencias etcétera.
Lo mecánico, lo inerte
Tomamos
en cuenta la información que nos viene de una mirada sociológica, una lectura
que se lleva a cabo más allá de una voluntad que se atraviesa ante la mirada y
que la mirada recoge sin que ese significado sea trascendente en ningún
sentido.
A causa de su instantaneidad su
funcionamiento tendría relación más con la psicología que con otras disciplinas
que no podrían ver en sus elementos casi nada
para adoptar a una teoría global de la lectura.
Tal teoría se enfrenta con problemas de
mayor complejidad y que por eso mismo la justifican. Requiere de mucha
elaboración en la cual la interpretación va más allá de distribución en el
tiempo y en el espacio, va hasta un
lugar en el que la cultura de una comunidad se concreta y toma conciencia de
las significaciones en las cuales vive.
Ultraespecialización: lecturas
semiológicas
Son
lecturas menos abundantes que las
inertes, su prolongación son las que
denominaremos especializadas o ultraespecializadas. Cuando leer es hacer afirmando que tales lecturas y con ellas una
sociedad organiza y articula su estructura entendida como aparato.
Comparten en un aspecto la situación de
las lecturas mecánicas o inertes: su necesariedad; conviene precisar que se
diferencian en dos puntos. En primer lugar las lecturas ultraespecializadas
para poder llevarse a cabo, de un aprendizaje especial y a veces muy
parcialmente es la lengua natural. En segundo lugar ligada a mecanismos
semiconscientes o inconscientes de elaboración en la lectura inerte adquiriendo
macha fuerza aunque vaya en una sola dirección
o persiga un objeto unívoco que nos permitirá proseguir en su
caracterización.
El tipo de interpretación que suscitan no
se traduce en un plurisemantismo si no que posee una marcada univocidad que
tiende a bloquear toda posible fuga semántica.
Primera consecuencia de estos rasgos: el
conocimiento del sistema, o código descansa en un aprendizaje que quizás es de más
cosas de las que encierra la idea del código, el conocimiento logrado por el
aprendizaje no produce de por sí: es menester que se ponga en movimiento como tal, debe su fuerza a una
cierta intuición dándonos dos clases de resultados: interpretación utilizable,
inmediata o mediatamente; o inutilizable, absoluta o relativamente.
Por la relación que tienen estas lecturas
con un código y en función del carácter unívoco de la interpretación podríamos
llamarlas, lecturas semiológicas tal designación
es muy precisa en virtud de que se trata de códigos y sistema de signos cuya
existencia y definición han dado lugar a lo que conocemos como lingüística saussureana
como semiología, los resultados de
estas lecturas permiten la toma de decisión. Organizan el funcionamiento del
aparato social funciona con base en decisiones positivas o negativas y en forma
complementaria produce la articulación social; se puede decir que el conjunto
de lecturas semiológicas constituyen una animada red que sostiene, en su
sentido y en su marcha.
Pero esta lectura como otras se lleva a
cabo sobre un sujeto pueden ser diversas desde poseer mucha materia verbal
hasta no tener ninguna; llamaremos a esto
texto a este objeto. La posibilidad de realizar una lectura sobre esa
materia, así sea para una interpretación unívoca, implica textualizarlo (sacarlo de un estatismo conferirle otra dimensión).
En conclusión de orden general, aunque
provenga de una reflexión sobre las lecturas semiológicas, podría decirse que
la lectura y la condición de la legibilidad convierten los objetos, haciéndolos
circular y actuar en el espacio social.
Generalidades de objetos: lecturas
semióticas
Podemos
designar contradictoriamente porque son menos frecuentes y poseen un mayor
grado de complejidad, como lecturas
generales para guardar un paralelismo de razonamiento, sobre objetos que
tienen también un carácter general se estructuras sobre la lengua natural a partir de la acción de numerosas virtualidades
y en la confluencia de todas sus funciones.
Tiene como rasgo esencial estar
constituido a partir de un solo código o sistema, por objeto general y a una
lectura también.
Esta expresión es entendida como análogo de
plano de organización diferenciado dentro
de un sistema de signos como los lingüísticos o visuales. La lectura general se
inicia con la lectura mecánica e inerte.
Esta lectura es ante todo, del proceso de interacción
o entramado de los diversos códigos que configuran su objeto. Como otras
lecturas actúan en éstas un mecanismo interpretativo, inherente a toda lectura,
sólo que, en este caso, la interpretación no podría ser más que plurívoca, en
virtud de un deseo de obtener garantías semánticas.
La interpretación consiste de operaciones
que deben considerar no sólo lo propio de los códigos que se hacen presentes e
un objeto, sino también la forma que toma su interacción y el resultado de la
misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario